Mirar desde una cámara
Hoy me centraré en quienes enmarcan su mirada enfocando una cámara. En clase comentamos muchas fotografías y cada día me asombro de lo que los estudiantes expresan con ellas. Cuando las personas, profesionales o no, se han convertido en productores de mensajes es importante saber mirar y, sobre todo, ser conscientes de que las imágenes, como las palabras, transmiten visiones del mundo. Es difícil creer que el lenguaje oral, escrito o audiovisual es algo completamente objetivo, pero ir más allá de esta creencia exige controlar algunos de sus componentes.Queramos o no, las miradas están condicionadas por la posición que ocupamos, en el espacio o en la sociedad. Además, no es independiente de las prácticas cotidianas, de las ideas colectivas e, incluso, de los estereotipos. Pero una cosa es ver y otra mirar. Ver es algo casi inconsciente. Mirar implica, quizás, una meta, un foco de atención que atrae por alguna razón. Aquí os presento un ejemplo de diferentes miradas. Estas fotografías, relacionadas de una forma u otra con el espacio físico y el el significado que adquiere para las personas, las hicieron fotógrafas muy jóvenes, no profesionales (por ahora), tras observar y comentar algunas que habían obtenido el premio WorldPress Photo .Debían fijarse en algunos de los conceptos que maneja Bruce Block (2008), en un libro bien conocido entre los estudiantes de comunicación audiovisual. Se refiere, entre otras, a ideas como el espacio, la línea, el color o el movimiento de las imágenes estáticas o en movimiento. Hoy nos fijamos en el espacio.
Espacios del siglo XXI
Me gusta detenerme en la perspectiva desde la que los jóvenes estudiantes de comunicación audiovisual ven el espacio, y más concretamente, en cómo interpretan la profundidad o la perspectiva en relación con los objetos que aparecen en él. No quiero juzgarlas, solo comentar por qué pueden representar una mirada hacia su espacio cotidiano. Incluyo el comentario que hicieron sus autoras.
Las imágenes de los estudiantes invitan a pensar cómo está presente en ellas el espacio, quizás de un modo poco ortodoxo, pero creativo. Ellas han sido el punto de partida hacia los modelos de los clásicos. Aquí hay dos ejemplos que contribuyen decisivamente a ampliar nuestras miradas.
Pequeños espacios
El cuervo sediento. Lucía Zapater Ríos
“En este caso uso la cámara para captar al animal moviéndose para ver agua en el parquet, y dando cierto ritmo a la pintura.”
Little Egypt. Irene Barbadillo Muñoz
“Esta foto no tiene realmente un significado preciso. Me gustó la forma y como aparecían las sombras durante la puesta de sol. Además, me gusta el modo en que me recuerda a Egipto.”
Espacios ciudadanos
Sensaciones en el metro. Paula María Hernández Fernández
“En esta foto se ve a la gente que espera el metro. Podemos sentir los nervios que transmiten algunos de ellos y la paciencia que tienen otros.”
Our place, our life. María Victoria Pastrana Moreno
“Esta fotografía representa un día típico en una ciudad turística. Transmite cierta calma y parece un lugar acogedor.“
La mirada de los clásicos
No me cansaré de mirar el comienzo de Sed de mal (Touch of Evil Opening, 1958) de Orson Welles. Invita a comprender que ningún espacio es objetivo. Los personajes se combinan con los objetos, y también con las arquitecturas del lugar. Es una obra maestra desde la que aprender a mirar.
Podemos fijarnos ahora en otra película, en este caso sueca. Fanny och Alexander escrita y dirigida por Ingmar Bergman en 1982. Los espacios son muy diferentes, contribuyen a crear un ambiente cerrado. En este caso nos sitúan ante la mirada de un niño capaz de imaginar y proyectar allí su mirada.
Es necesaria alguna conclusión. Quizás, la más clara, es afirmar que es posible ampliar la mirada cada día, encuadrando la realidad o la ficción, aprendiendo de los clásicos y de quienes tenemos cerca.
Touch of Evil Opening, 1958. Opening Shot
1982 Fanny & Alexander Official Trailer 1 Cinematograph AB