Ciudadanía y compromiso político

Política participativa

Se habla de ella en muchos lugares del mundo. La comunicación de los jóvenes ciudadanos en las redes sociales ha sido el tema de una de las más de 15 pre-conferencias que el ICA. La International Comunication Association, ha dedicado un día a las relaciones entre política y nuevos medios en una de esas pre conferencias de la gran cita anual. Estaba coordinada por investigadores de la University of York, UK, que trabajan en proyecto internacional con la Universidad de Monash, Australia. Participaba también en la organización la Universidad de Wisconsin, USA, a través del Center for Communication Research. La presencia de estos investigadores es una muestra de proyectos en curso y excelentes ejemplos.

Transformar la comunidad

Aunque no siempre resulta fácil. Tres sesiones han dado para mucho, cada una dedicada a un tema: el papel de las redes sociales, la voz de los jóvenes en ellas y el lugar de la educación en la participación política. Han surgido algunos dilemas, o yo lo he percibido así. Me atrevo a sintetizarlos. No se trata de repetir lo que allí se ha planteado, sino más bien de presentar la interpretación que me atrevo a dar.

Se vio en la discusión final que es complicado buscar unas estrategias eficaces que contribuyan a comprometer a los jóvenes en la participación política. Es difícil que entre en las aulas. Lo deja claro la presentación Stephen Coleman (University of Leeds) cuando se pregunta si la comunicación es algo estúpido.

Escuchar a la gente joven

Es lo que parecía decirnos con el video que presentó y que se introduce en este comentario unas líneas mas adelante. Suzanne Mellor (Senior Research Fellow, Australian Council for Educational Research) (ACER) piensa que sólo es posible desde la acción, cuando se participa en una escuela democrática. Sólo cuando los estudiantes estén presentes en la toma de decisiones, será más fácil que comprendan el valor de la colaboración en los asuntos de la comunidad. También fueron interesantes las aportaciones de David Kerr, Citizenship Foundation, y Chris Waller Association for Citizenship Teaching que, desde instituciones diferentes, trabajan con jóvenes y docentes. Respecto a los estudiantes los datos muestran que hasta bien entrada la adolescencia no se interesan por la política en un contexto similar al de los adultos.

My name is Mohammed and i am a Muslim

La política en las aulas

Tras haber asistido a la discusión de esta sesión tengo la impresión de que introducir la política en las aulas generan en los adolescentes una reacción tan fuerte como la que puede suponer para los adultos la presencia de los videojuegos comerciales en ellas. Las diferencias generacionales son más fuertes en unos temas que en otros, por eso hablo de videojuegos y política como temas ardientes, candentes, diría yo. Los intereses de los educadores y aprendices van caminos distintos, de allí que se generen reticencias muy distintas.

Merece la pena detenerse en las razones que pueden contribuir a explicar esta situación. Adultos y jóvenes quizás no nos escuchamos suficientemente, incluso ni siquiera entre unos y otros. Por lo que se refiere a los adultos, investigadores en este caso, basta observar las claras diferencias entre estudiosos Norteamericanos y europeos respecto a los conceptos que utilizan. Por ejemplo, si revisamos la literatura Norteamericana el término más frecuente es el de participación cívica, civic engagement. El New York Times se hace eco de la necesidad de precisar el término cuando revisa el libro editado por Thomas Ehrlich a propósito de la presencia de la responsabilidad cívica en la educación superior. Frente a esta postura, desde la Universidad Libre de Bruselas, líder entre las europeas en algunos temas, Nico Carpentier prefiere usar el concepto de participación democrática para hablar de política y poder.

En suma, me quedó claro que la relación entre la tecnología, que facilita las acciones humanas, y el modo en que condicionan la participación en la comunidad, incluso las actividades individuales, es un asunto complejo y abierto, ante el que es preciso observar, explicar e interpretar.