Lugares melancólicos: The Grand Budapest Hotel
The Grand Budapest Hotel mira a ambos lados. Su tema y sus imágenes llaman a la melancolía, pero su técnica inspirará el cine del futuro. Lo viejo y lo nuevo se entremezclan y no puede entenderse uno sin el otro. El trailer y la entrevista con el director, que se incluyen a continuación en dos vídeos, son una buena introducción. Quién quiera más puede explorar los múltiples clips que incluye FoxSearchlight, el canal de la Fox en Youtube dedicado a ella. Además, puede consultarse una excelente entrevista al director, en audio y más extensa, incluso transcrita.
The Grand Budapest Hotel: Director Wes Anderson Official Movie Interview
Historias del pasado
Seguramente son sus historias las que representan el pasado. Llaman a la melancolía del espectador, y sobre todo, son melancólicos los lugares en los que se construyen. La trama es difícil de entender. O mejor, cada persona puede comprenderla a su manera. No he encontrado ningun comentario o crítica que la cuente de la misma manera. Algunos ponen el acento en sus personajes: es la historia de un hotel, vista desde la perspectiva de uno de sus conserjes, y además, la que fue descubriendo en distintos momentos de su vida, desde que era un niño hasta que se convirtió en un adulto, profesional del oficio.
Pero también se aporta la vision de una Europa en el periodo de entre guerras, contada por Wes Anderson, el director, que no la vivió directamente. En su opinión, está todavía presente en muchos europeos. No podemos renunciar a ella, para evitar que se repita. Para eso sirven, entre otras cosas, el cine o la literatura. Es esta perspectiva la que realmente me interesó, la que genera melancolía, la que cuenta la historia de una época mezclando lugares imaginarios y reales. Estos dos próximos vídeos ayudan a comprender la historia, desde la perspectiva de sus creadores.
THE GRAND BUDAPEST HOTEL: Official Red Band Trailer
Un lugar cualquiera en la República de Zubrocka
Aquí es donde puede estar situado “The grand Hotel Budapest”. Leer las entrevistas al director y a sus actores merece la pena. Buscaba crear unas historias dentro de otras, la de Europa, la del hotel, la del personaje, y la de la República de Zubrocka, un reino de ficción que las entrelaza para que el espectador no acabe por perderse mientras las recorre. Aquí volveremos en una próxima entrada. Quizás son los lugares los verdaderos protagonistas de todas esas historias, los entornos que contribuyen a generar esos vínculos. Uno de ellos es el Hall del Hotel, donde termina y acaba la representación y que actualmente son unos grandes almacenes en la ciudad alemana de Görlitz. Los lugares, las localizaciones, fueron realmente planificados, no tanto como unos personajes que actuaban en ellos, de acuerdo con la opinion del director, como una coreografía que progresivamente iba generando los argumentos.
El director parecía tener claro, desde el principio, que no quería trabajar en un estudio. Prefería el mundo real, el que que ayuda a configurar las actividades de las personas. En Görlitz, una ciudad de Sajonia en Alemania, encontró el entorno que buscaba, entre la realidad y la ficción: eran unos grandes almacenes que se convirtieron en el Hall del Hotel. La ciudad está en la frontera con Polonia. Tan cerca que se puede cruzar andando de un pais a otro, separados por el Río Neisse. Además, este entorno dista menos de 20 minutos de la República Checa. “We made a pastiche of the greatest hits of Eastern Europe.”, nos dice el director.
La Real Akademie de Zubrowka
Quizas es allí donde se sitúa la República de Zubrowka. Es un universo imaginado, construído por Anderson y al que se puede entrar desde una Web, que que nos introduce en Akademie Zubrowka, y ofrece un curso “The Republic of Zubrowka Before the War: a Central European Case Study of Social, Political and Cultural Upheaval”. Para llegar allí es necesario avanzar un poco a través del link anterior, merece la pena el camino. Siguiendo una estructura que quiere ser didáctica, nos introduce en la industria, el arte y la política de Zubrowka. Ofrece apoyo para meternos en el universo de la película, explorando los objetos mas significativos que allí aparecen. Nos permite ir construyendo ,poco a poco, el mundo de la historia, el entorno en que vivieron sus personajes. Aquí están algunos de los objetos, textos, materiales, etc. que permiten entender mejor la vida que en su momento rodeó al Gran Hotel Budapest.
Construir estos mundos es, quizás, una moda en los productores europeos y norteamericanos; de ellos me ocupé en una entrada anterior. No puedo dejar de pensar en el concepto de World Building. No cabe duda de que la tecnología ha aportado nuevos caminos para construir historias. Se ha transformado no solo el rodaje de una película, también los procesos de, producción, la edición y la post-producción. Todo esto queda para otro día.