#Instateens14. Un proyecto en Intermediae – Matadero
#Instateens14 es el hashtag donde encontrar las producciones digitales en Instagram, en Vine y también en Vimeo, que niños y niñas publicaron en Internet cuando asistían a los talleres de arte digital en Intermediae-Matadero. Allí, como parte de un proyecto en el que colaboran Intermediae y el Grupo Imágenes, Palabras de Ideas, generan producciones artísticas. Se busca favorecer la conciencia de lenguajes artísticos y audiovisuales entendidos como un instrumento en la comprensión del mundo. Hemos trabajado en forma de talleres, a partir de las redes sociales que los jóvenes utilizan habitualmente. A lo largo del curso 2014/15 han asistido casi 200 chicos y chicas, un domingo al mes de octubre a mayo.
Estos dos vídeos son un ejemplo de las producciones juveniles. Son muy distintos, se buscan momentos especiales para compartir, relacionados con el entorno: a) muy cercano, la niña que graba cómo se abrocha la zapatilla, b) o símplemente escenas y momentos del taller, un time lapse en terminología profesional del app, cámara rápida de forma más familiar.
¿Qué buscábamos con el proyecto?
- Contribuir de forma innovadora a que la gente joven se aproxime a la tecnología digital de forma inteligente a través del arte.
- Transmitir a la sociedad mensajes positivos sobre su uso entre los jóvenes, que se convierten en creadores de contenidos.
- Asociar la tecnología a las habilidades que exige la sociedad del Siglo XXI, especialmente formas de comunicación que van más allá del lápiz y el papel.
Saber comunicarse, buscar la audiencia
Desde el principio sabíamos que íbamos a utilizar las redes sociales. Por eso el taller comenzaba con un diálogo acerca de ellas, siempre a partir de ejemplos que procedían de diversas fuentes. Tres han sido las más relevantes, cada una con unos resultados distintos.
- Las cuentas personales de Instagram de algunos asistentes al taller. Los más pequeños no solían tener, ni a veces conocían con cierta profundidad que era una red social. Cuando salían del taller todos querían tenerla. Raul es uno de los jóvenes expertos que asistió al taller, ha ido cambiando sus intereses a lo largo del año.
- Fotógrafos profesionales que han elegido Instagram como un canal para darse a conocer. Casi todos procedían de arquitectos a los que interesaba la idea de espacio. Nos parecía un buen punto de partida por dos razones: ayuda a entender que una red social permite buscar audiencias, gentes que sigan los mensajes que se envían, más allá de los círculos familiares o de amistades próximas.
- Cuando el taller fue avanzando presentábamos las producciones de otros jóvenes realizadas durante el taller . Era interesante para que los asistentes, por ejemplo, comprendieran lo que era un #hastagh o la relevancia de estar en la red social.
Elegir un tema y ofrecer modelos
Parece sencillo pero no lo es tanto. Mucha gente, cuando se encuentra con una cámara digital entre las manos, comienza a dispararla y puede hacer más de una fotografía por minuto, de forma irreflexiva. Hay distintas explicaciones para este hecho. Por ejemplo, es más importante el producto en sí que lo que se puede expresar a través de él, o también se puede pensar que se trata de la acción por la acción. Casi siempre es lo que solía ocurrir. Los jóvenes fotógrafos no eran conscientes de que cada fotografía representa una mirada.
Nos pareció interesante seleccionar determinados temas sobre los que ese día versarían las producciones. Era algo abierto. Era más facil para los jóvenes encontrarse con una propuesta abierta que ser ellos quienes lo elegieran a partir de cero. Pero hay más, incluso dándoles un tema los fotógrafos comenzaban a entender, a partir del diálogo en gran y pequeño grupo, que cada fotografía representa una mirada ante un tema.
Apps, Sonidos e imágenes como formas de expresión.
Los talleres comenzaron centrados en la fotografía, en la red social Instagram, de hay el hastagh #Instateens14. Poco a poco los jóvenes nos llevaron a otras redes, a otras formas de expresión. ¿La razón? Seguramente que ellos utilizan diversas aplicaciones, que relacionan con su dispositivo movil, y prueban hasta encontra que todas se complementan.
Cada app exige unas habilidades y enseña un lenguaje distinto
Nos costó algún tiempo descubrirlo, auqnue parezca sencillo. Fue el resultado de conversaciones con los jóvenes dentro y fuera del taller. Ellos usabn las redes, pero era necesaria una conversación para que fueran capaces de expresar conscientemente las exigencias que plantea cada red social, asociadas muchas veces al propio app.
- Vine: Sólo video y no más de 6 segundos. Los videos han de grabarse en formato vertical
- Instagram: Permite fotografía y vídeo. Límite: No más de 17 segundos. Un ejemplo son las d
También hay aplicaciones que no están asociadas a una red concreta, están orientadas a la edición de material audiovisual. Una vez trabajada la producción puede publicarse donde quiera el autor. La principal ventaja para los niños y jóvenes: no estaban restringidos a las limitaciones de tiempo. Pero un inconveniente, seguramente tendrá menos visitas, habrá que subirla a Youtube o, en nuestro caso a Vimeo.
- Adobe Voice. Combina fotografía y sonido, sobre todo la voz humana. Excelente para contar historias. Los dos vídeos anteriores, publicados en Instagram fueron realizados con esta aplicación.
- iMovie Es el programa que Apple distribuye asociado a sus dispositivos. Es gratuito en el ordenador y, a veces en función del modelo, también se incluye en los dispositivos móviles. Es un editor de vídeo, permite mezclar grabaciones, modificarlas, añadirles sonido, etc. Veamos ahora un ejemplo editado con iMovie. Corresponde a uno de los primeros talleres, en este caso las niñas utilizaron plantillas incluidas en el app; nos hemos dado cuenta de que aunque ayudan no es lo mejor para favorecer la creatividad. En este caso tuvieron éxito.
La presencia de las personas, los adultos y los iguales
No por hablar de ellas en último lugar son menos importantes. Son el eje del taller, lo que introduce un contexto cercano, el entorno donde se mezcla la vida dentro y fuera de la red.
Siempre comenzábamos con un diálogo en gran grupo, y también así se terminaba. El resto, trabajos en pequeños grupos organizados por edades o grado de grado de conocimiento para facilitar la conversación personal. No a todo el mundo le interesa lo mismo y es clave tenerlo en cuenta.
El taller nos ha permitido descubrir las diferencias en función de la edad y, cómo unos jóvenes pueden enseñar y aprender de otros. Así surgió la figura de nuestros “expertos más jóvenes”, quienes habían asistido al taller varias veces y les gustaba integrarse en el equipo investigador para apoyar a los nuevos. Todo un éxito a la hora de compartir.